En el momento que empiezo a ver los pro y los contras, en que decido que sería bueno hacer de esto algo más seguro, cuando reconozco los posibles beneficios de lo que tengo, cuando algo que ayer solo hacia por deseo, (confiando en la alegría del simple hecho de hacerlo, en un presente constante de incertidumbres amables), y hoy lo hago solo para proyectar un futuro estable, para asegurarme una vida, para administrarme los sueños en dosis realistas (negando que es en el mundo de los sueños donde se construyen las realidades), cuando veo una amistad, una pareja, un trabajo, una vida como un negocio, como un trato concertacionalista, como un producto que se puede vender bien... dejo de amar.
Productividad, nos vemos cuando deje de soñar.
Con Todo Respeto vuelve a hacerse por amor al arte.
Confío que se vienen grandes cosas.
Salú y Acción
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